Los Chakras Y Tu Sistema Endocrino

La palabra Chakra viene del Sanscrito (India) que significa rueda o circulo. En el siglo II D.C. ya se hablaba de los chakras, en tu texto Indu llamado “El Yoga Kundalini”.

Te quiero recordar o compartir, que esas ruedas o chakras, son 7, están distribuidas en nuestro cuerpo en la parte superior. Aunque su energía se proyecta hacia abajo, hacia arriba y hacia afuera de nuestro cuerpo. De la misma manera, dichas ruedas irradian energía hacia delante y hacia atrás de nuestro cuerpo. Se podría decir que toda su energía es lo que forma realmente nuestro campo áureo.

Por ello, en esta oportunidad, quiero compartirte una mirada algo diferente, y es la relación que guardan cada uno de nuestros chakras y las principales glándulas endocrinas de nuestro cuerpo.

 LOS CHAKRAS, SUS GLÁNDULAS ENDOCRINAS Y ÓRGANOS

Las glándulas Endocrinas: Son un conjunto de órganos que producen sustancias mensajeras llamadas hormonas. Y que son vertidas directamente a nuestro organismo. Llegando esas hormonas a nuestras células y permitir que realicen sus funciones correspondientes.

La explicación que te daré a continuación, es una manera muy fácil de ver la incidencia que tiene en nuestro cuerpo físico y mental, el tener los chakras desequilibrados. Así mismo veamos cómo están emparejados nuestros chakras con sus respectivas glándulas y que función cumplen:

I – Chakra de la Raiz (1 chakra – Muladahra):

Trabaja en compañía de las glándulas reproductoras (testículos y ovarios). Controla el desarrollo sexual y segrega estrógenos y progesterona en la mujer y testosterona en los hombres. Sus órganos el Riñón y la columna vertebral.

Es la conexión energética que tenemos con la tierra. Abraza nuestra experiencia vital, con nuestra infancia y con nuestra familia de origen. Nos abrimos al mundo y somos conscientes si ese mundo en el que vamos a crecer es hostil o nos acoge con amor. Acá es donde se generan heridas de la infancia, que luego son difíciles de superar.

II – Chakra del Sacro (2 chakra – Suadhisthana):

Emparejado con las glándulas Suprarrenales. Regula el sistema inmunológico. Segrega adrenalina que nos ayuda a controlar el estrés e incrementa la frecuencia cardiaca. Nos permite disfrutar y sentirnos merecedores. Se forja el respeto hacia nosotros mismos. Nos ayuda a disfrutar de una  sexualidad placentera y respetuosa.

Sus órganos los ovarios, la próstata, el miocardio e hígado.

III – Chakra del Plexo Solar (3 chakra – Manipura):

Hace dupla con el Páncreas, regula el metabolismo. Controla la glucosa en sangre y el proceso de las proteínas dentro del organismo.

Sus órganos el Bazo-páncreas, el estómago, el hígado y columna en su parte media. Segrega la insulina y el glucagón.

Rige el valor que nos damos a nosotros mismos. Nos permite digerir o asimilar las situaciones de la vida. Porque no sólo digerimos alimentos, sino también situaciones y emociones, durante el día día.

IV- Chakra del Corazón (4 chakra – Annajata):

Su glándula compañera es el Timo, regula la temperatura corporal, el metabolismo y el sistema inmunológico. Segrega los linfocitos T (sustancias producidas en la médula ósea y que luego maduran en el Timo), encargadas de detectar enfermedades.

Timo, significa “energía vital” y según sea la gestión que hacemos a nivel emocional, la glándula crece o decrece. Llamada también la glándula de la felicidad. Es el centro energético más poderoso. Aprendemos a gestionar el dolor, a digerir la tristeza y no caer en la depresión.

Sus órganos son el corazón y los pulmones. De hecho, en medicina china, la emoción del corazón es la alegría. Y un pulmón en desequilibrio, da origen a la tristeza.

V – Chakra de la Garganta (5 chakra – Vishuda):

Emparejado con la Tiroides, regula el metabolismo. También se regula el Sistema Nervioso. Segrega la tiroxina.

Sus órganos son el tubo digestivo, la garganta, el esófago, la lengua y las cuerdas vocales.

Cuando no podemos o somos capaces de comunicar nuestra verdad, se nos afecta este chakra. Si vivimos en ambientes de chismes, discusiones o maltrato verbal, hay un gran desequilibrio, ya que nos sentimos incapaces de expresar nuestra valia.

De hecho, no poder comunicar lo que sentimos, puede generar problemas a nivel de cuello, de cervicales, problemas en la ATM – articulación temporomandibular), bruxar, etc.

VI – Chakra del Tercer Ojo (6 chakra – Agna):

Tiene dos glándulas, la Pituitaria encargada de regular la emoción y el intelecto. Segrega la serotonina (llamada hormona de la felicidad)

Y la glándula Pineal que gobierna la función de las cinco glándulas anteriores, incluida la pituitaria. Segrega la melatonina (hormona reguladora del sueño). También regula los ritmos circadianos (día y noche)

Por ello, si somos demasiado críticos o analíticos, aparece el desequilibrio. Su órgano, los ojos y parte del cerebro

VII – Chakra de la Corona (7 chakra – Sahasrara):

Hace dupla con el Hipotálamo, que segrega la oxitocina (encargada de regular el sistema nervioso), equilibrando su parte emocional, regulando comportamiento sociales y sexuales. Sus órganos, los ovarios y las glándulas mamarias.

Y de otro lado, la Hipófisis que segrega la prolactina (capacidad producir leche) y encargada de regular el crecimiento. Sus órganos la glándula tiroides y las glándulas mamarias.

¿PORQUE SE DESEQUILIBRAN LOS CHAKRAS?

Realmente desde que nacemos, ya estamos expuestos a desequilibrios, aunque sutiles, van sumando con el paso de los años. Y si observas las 7 ruedas energéticas, es como si a medida que creces, fueras llegando a cada chakra de forma sencilla y adecuada.

A medida que crecemos, vamos sufriendo cambios físicos y mentales. De hecho la Medicina Tradicional China, considera que las mujeres sufren cambios físicos y emocionales cada 7 años y los hombres cada 8 años.

Si eres hombre o mujer y haces cálculos, verás que tu vida ha pasado por cambios relevantes siguiendo estos ciclos. De hecho, en mi trabajo con el Tarot Evolutivo, también he podido observar, que muchos pacientes han tenido cambios o eventos importante en su vida, cuando están pasando por estos ciclos en sus vidas.

Algo importante de resaltar, es que la mayoría de las personas, tenemos desarmonía en los tres chakras base. Porque es como que fueran los tres chakras indispensables para poder – sobrevivir – y digo sobrevivir porque realmente muchas seres humanos llevan su vida de ésa manera.

El cuarto chakra que se basa en el “amor” es el que sirve de conexión entre los otros tres chakras superiores. Y cuando decides que tu vida sea diferente, es como atravesar una puerta mágica, que te lleva a otro mundo. Donde puedes ver con los ojos de tu alma o de tu corazón. Para mi es como habitar en el “camino medio”.

Y es lo que te permite en cierta forma, liberarte de muchas enfermedades que si ves, se manifiestan muy a nivel mental. Siendo diferente a lo que ocurre con los tres chakras base, que sus enfermedades son más a nivel físico.

Finalmente te diré, que nuestros chakras, están dentro del “El Canal Central”, ubicado desde la base de nuestra columna hasta la cabeza (en su parte final o fontanela).

De hecho, te he hablado en un post  anterior, sobre el “Circuito Energético RenMai  y DuMai”. Los meridianos Renmai y Duamai, son llamados también “Vasos Maravillosos” o Vaso Gobernador y Vaso Concepción respectivamente.  Y es dentro de su recorrido, que están alojadas estas 7 ruedas energéticas o chakras.

Este canal central o tubo energético,   es como tener una antera, que va en ambos sentidos. Hacia abajo, anclándonos y dandonos el polo a tierra y hacia arriba, conectándonos con la energía del cosmos.

Y es a través de estos canales y otros meridianos más que están muy cerca, que por ejemplo La Acupuntura, diseña tratamientos personalizados. Con la finalidad de devolver la salud a los órganos afectados, tanto a nivel físico como emocional.

Bueno, espero te haya gustado. Que esta corta exposición, te permita ver, como somos un “todo”, nada va por libre. Y que si cuidas tu cuerpo físico, también lo verás reflejado a nivel mental.

¡Nos vemos pronto y deseo de corazón que “Todo esté bien en tu Mundo”!

Gracias por leerme,  

Un abrazo, Fabiola