Primavera, estación puente o bisagra, entre el invierno y el verano
Conoce cual es el tipo de energía que necesitas, para transitar esta estación bisagra o puente, y sacarle provecho
La primavera, al ser una estación “bisagra” o de puente entre el invierno y el verano, te permite adaptarte a los cambios entre las dos estaciones – invierno y verano-.
Y por adaptarte, me refiero a los cambios en las temperaturas, a los alimentos que corresponden a la primavera y a los hábitos diarios. La primavera, al ser una época de transición, puedes ir dejando de forma pausada tus hábitos de invierno y entrando en los hábitos veraniegos.
Te dejo por acá el video, que lo tienes igualmente en mi canal de youtube. Dale al play, porque tengo mucho que contarte:
Y es especialmente, a nivel de alimentación, que esos cambios primaverales, sirven de enlace entre la dieta calientita del invierno y la dieta fría del verano. O, dicho de otra manera, para que el hombre, pueda despedirse gradualmente del frío y entrar en la estación de calor, de forma moderada.
¿Por qué debes vivir este proceso de transición de forma equilibrada?
- Porque tu cuerpo, sigue necesitando energía calórica de refuerzo y nutrición, pero no de forma de tan intensa.
- Porque somos seres de luz y nuestros órganos se activan aún más, al entrar en contacto con la luz solar.
Lo que hace que a medida que avance la primavera, tu cuerpo no necesite extraer esa energía de los alimentos. Sino que hay mas “Ki en el Ambiente”. Lo que compensa la disminución en la ingesta de calor a través de los alimentos.
- Porque la energía acumulada en las raíces de la naturaleza, empieza a ascender y a brotar.
Lo que contribuye a que tú, te sientas igualmente estimulado y con mas energía. Con ganas de entrar en comunión con el entorno.
- Porque tu cuerpo te va pidiendo de forma sabia y dependiendo de como hayas pasado el invierno, un parón, pausa o descanso alimenticio.
Por ello, la primavera, es la estación ideal, para los procesos de depuración o de desintoxicación del hígado y vesícula biliar. También llamadas curas, dietas o purificaciones, tengan lugar en tu vida.
- Porque tu órgano estrella de la primavera, que es el hígado, el cual, absorbe mas luz solar cada día. Llevando a tu organismo, a minimizar las ganas de alimentos calóricos. Y a que te inclines por una dieta mas fresca, mas ligera. Los alimentos venidos de la tierra, que con su energía Yin, refrescan y destensan el hígado.
Y es así, como poco a poco, te vas acercando a la estación del verano de una forma suave y relajada.
La energía, no se crea ni se destruye, sólo se transforma – Albert Einsten
¿Cómo puedes hacer la transición entre el invierno y el verano?
Acá, te quiero sugerir dos formas de hacerlo, no son excluyentes, sino complementarias o combinables
PRIMERO: A TRAVES DE LA ALIMENTACIÓN:
- Cambiar el estilo de cocción, con salteados rápidos y cocinados al vapor.
- Poner menos sal en los alimentos, ya no se necesita tanta energía yang de los alimentos
- Disminuir la proteína animal, los quesos curados y encurtidos salados. Porque estos alimentos llevan energía yang caliente y en primavera ya no es necesaria.
- Disminuir los potajes o cocciones largas (estofados) y remplazarlos por cremas de verduras, suaves y nutritivas.
- Se recomiendan las ensaladas tibias de quinoa y la cebada
- Incrementar la cantidad de verduras de hoja verde (brócoli, canónigos, kale). Las indicadas para llevar energía yang hacia arriba y hacia afuera. Es decir, sacar los excesos de calor del cuerpo, que se han incrementado en invierno, para resistir el frío.
- A medida que avanza la primavera, incorporar las ensaladas (crudas), porque es una manera de emular el renacer del ser humano, activar la memoria ancestral, cuando el ser humano era mas activo y frugal.
- Incrementar el sabor ácido (limón, pomelo, naranjas), en limonadas caseras frescas y en vinagretas o aderezos para ensaladas.
- Disminuir la cantidad de aceite en cocciones y frituras.
- Se recomienda tomar infusiones de albahaca, hinojo o romero.
Las fuerza sobrenaturales de la primavera, crean viento en el cielo y madera en la tierra, dentro del cuerpo se crean el hígado y los tendones.
Se crean el color verde, los ojos y se le da a la voz, la capacidad de gritar…
Medicina Interna Clásica China
SEGUNDO: A TRAVES DE LOS HÁBITOS DIARIOS
- Empezar a entrar en contacto con la naturaleza a través de paseos suaves. La misma naturaleza sana, el color verde relaja la mente por medio de la mirada. No por nada, la vista es el órgano de expresión del hígado.
- La practica de disciplinas como el yoga o el taichí. La primavera es la época del renaces, de los estiramientos y de los músculos. Al igual que las plantas renacen y se estiran, tu cuerpo también necesita estirarse y salir del letargo del invierno.
- Despegarse un poco de los dispositivos móviles, porque la luz azul que emanan los dispositivos, activa el neocortex (deteriora el sistema nervioso) que es una capa del cerebro, la cual permite que se desarrollen funciones importantes como la creatividad, la toma de decisiones o la sociabilidad.
- Cuidar las horas de sueño y el descanso. El hipotálamo Interpreta que la luz azul (recibida de los dispositivos móviles), es la luz del día y no cesa su actividad metabólica.
De hecho, es entre las 23:00 horas y la 1:00 que la Vesícula Biliar y el Hígado, entran en su máxima capacidad de trabajo. Depurando el organismo y preparándolo para que evacue desechos el día siguiente y comience una nueva jornada renovado.
- Hay que relajar porque sino, las “suprarrenales” segregan adrenalina todo el tiempo, agotando los riñones, que son quienes albergan la energía ying esencial o batería de vida
Una vez más, te propongo, parar y tomarte 4 minutos a reflexionar. Haz una pausa, tomate una infusión o pon una música suave. Y piensa, como quieres vivir esta primavera.
Un año más, la tierra con su naturaleza, te están esperando, para arroparte y acompañarte a hacer la transición hacia el verano.
Como ves y no me canso de repetirlo, la naturaleza es sabía. Es una madre que nos va llevando por el camino correcto. Sin prisas, sin empujones y sin trompicones.
Quizás, somos nosotros que vamos corriendo a todas partes, sin saber a dónde ni porque. Y eso, no es más que la falta de paz interior y la energía de centro, en cada uno de nosotros.
Y ahora, te toca a ti,
Cuéntame como vives tú la primavera. ¿Acaso modificas tus hábitos? ¿Acaso das el salto de invierno al verano y apenas de enteras?
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