Siempre que pienso en las emociones asociadas al hígado, como son la ira y la decisión. Pienso que no podían estar otras, sino esas.
Porque siendo el hígado, un órgano tan poderoso, tan magnifico, no podían trabajar a su lado, otras emociones que le hicieran honores.
Los tiempos que corren – no hace falta que te lo recuerde – que son muy duros. Y muy seguramente, ahora mismo, tú te estas sintiendo como que vives a prueba cada día.
El mundo que conocíamos, se ha venido abajo, ¡ira – ira – ira!
Sientes que el mundo te ha dado una bofetada de realismo – y a todos los demás por igual – . Por ello, creo que muy debajo de la alfombra, está tu hígado herido, palpitando y deseando echar fuera, todo lo que te atraganta y te obliga a vivir situaciones que no quieres.
En lo que a mi concierne y por experiencia propia, te diré, que durante muchos años de mi vida, experimenté algunas de las emociones más negativas, asociadas al hígado. Como son la ira, la rabia, la impotencia y el ego herido. Y luego fueron las emociones del otro lado, por decir algo, las positivas, como la decisión, la aceptación, el trabajo con mi sombra, lo que me han permitido renacer de las cenizas.
Por ello, hoy te hablaré de la emoción de la ira y de la decisión. Y de como, en algunos momentos de la vida, son necesarias que se hagan presentes. Acá te comparto el vídeo, así podrás oírlo, mientras aprovechas el tiempo el alguna otra actividad mas. Dale al play:
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Hablemos de la ira
Lo primero, que sepas que la emoción de la ira, no es del todo mala – como nos han hecho creer – sino, que está ahí por algo. Y que lo importante es reconocerla y trabajarla. Y lo segundo, que en un momento dado, te puede salvar la vida, ¡tal cual lo estás leyendo!
¡Así que vamos allá!
¿Qué es la emoción de la ira?
Es una emoción compleja, que se manifiesta en la vida del ser humano, especialmente en situaciones de conflicto con terceras personas o con uno mismo. Siendo un estado emocional del ser humano y en ningún caso, un rasgo de la personalidad.
¿Cuándo suele aparecer?
Ahora mismo, es un claro ejemplo, se supone que no estamos adaptando a “la nueva normalidad”. Y la verdad, ninguno terminamos de acomodarnos. Veamos algunos ejemplos a nivel general, de situaciones que desatan la ira:
- Contención y frustración emocional, prolongada en el tiempo. Y que además no puede ser expresada.
- Situaciones que nos parecen injustas, especialmente en el ámbito laboral, en el ámbito profesional o académico.
- Impotencia e incapacidad de defenderse, ante la falta de respeto, ante la invasión de nuestros límites. Y todo ello, extendido en el tiempo.
- Situaciones de sometimiento, en su mayoría debido a carencias económicas o por estar viviendo situaciones violentas afectivas.
- Frustración por la no consecución de una meta, en la que se ha invertido tiempo y otros recursos (personales, económicos, etc)
Según expresas tu ira, comprometes a tus otros órganos
El autor de “Psicología y Medicina China – León Hammer”, hace un análisis muy interesante, sobre la manera en que el ser humano expresa la ira. Implicando a otros órganos, veamos:
- Fría y cortante. Cuando la expresas, dando la espalda, entonces hablamos del “Metal dentro de la Madera”.
- Furiosa. Cuando la expresas con mucho euforia, movimientos agresivos, entonces hablamos del “Fuego dentro de la Madera”.
- Reflexiva y llorosa. Cuando la expresas disolviéndola en llanto y en reflexión constante, entonces hablamos de la “Tierra dentro dela Madera”.
- Temblorosa y rechina. Cuando la expresas con temblor corporal y rechinar de los dientes, entonces hablamos del “Agua dentro de la Madera”.
- Gritando. Cuando la expresas dando voces, levantando la voz por encima de los demás, intentando ahogar sus voces, entonces hablamos de la “Madera en la Madera”.
Cuando es positiva la ira…
Bien gestionada, de puede dar mucho partido, veamos como:
- Es energizante. Activa a la persona, la motiva y la desafía. Especialmente en la consecución de metas.
- Activa el cerebro. Haciendo que encuentre posible soluciones a conflictos, donde antes las veía.
- Actúa como señal de alarma. Hace evidentes situaciones abusivas, de maltrato, de injusticia. Y lleva a la persona a buscar posible alternativas con antelación.
“Lo que niegas te somete y lo que aceptas te transforma – Carl G. Jung”
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Hablemos de la aceptación
En contrapartida de la ira, la aceptación es una de las mejores herramientas o facultades que posee el hombre, para atenuar la ira o para poderla trabajar
¿Qué es la aceptación?
Es reconocer las situaciones no deseadas de una realidad. O dicho de otra manera, es la decisión de afrontar las experiencias que la vida ofrece. Con una mirada objetiva, dejando atrás lo que no se puede cambiar y enfocarnos en lo que si podemos cambiar y controlar.
En ningún caso significa resignación, porque ello querría decir que no se puede hacer nada, y tampoco significa rendición.
¿Cómo trabajar la aceptación?
- Implementar la empatía. Ayuda a entender al otro y a ponernos en su lugar
- Eliminar las reglas morales rígidas. Hacen creer que siempre se “podría” hacer mejor, sentirse todo el tiempo con sensación de injusticia.
- Erradicar la creencia que las causas son externas. Pensar que todo se debe a algo externo (el karma, la mala suerte, que hay propósitos ocultos, etc).
- Nivel de gravedad. Ser objetivo y evaluar el grado de influencia de la situación. No añadir peso, ni quitarle importancia.
- Trabajar en la zona de influencia. No intentar llegar a zonas que escapan al control de la situación. Trabajar en los campos más próximos al problema (familia, trabajo, amigos, etc)
¿Como se trabaja la ira, como se puede equilibrar el Hígado?
Hay dos pilares fundamentales, que debes trabajar, si quieres equilibrar el hígado, especialmente a nivel emocional:
1) Cuidando la dieta
- Consumiendo cereales integrales ligeros (quinoa, cebada)
- Incorporando en los menús diarios, verduras de hoja verde (brócoli, canónigos, kale)
- Algún día a la semana, vendría bien, incluir las verduras depurativas (alcachofas, berros, rábanos)
- Los zumos de verduras, algún día para desayunar. Siempre que la energía no esté baja, que no estés altamente medicad@ o siguiendo un tratamiento agresivo.
- Apostar por la proteína de origen vegetal
- Aderezar con algas como la wakame, nori, dulce y de lago (espirulina)
- Darle la bienvenida a los sabores ácidos (limón, pomelo).
2) Con un trabajo terapéutico
- A través de las lágrimas (la secreción del Hígado), se reconoce la condición de un ser emotivo, que tiene la necesidad de liberarse de las cargas y no por ello se es débil.
- Si se siente la necesidad, se debe gritar, Porque es una forma de hacer catarsis de la ira.
- Con la llegada de la Primavera, afloran más fácilmente las emociones. No hay porque reprimirlas, sino que se les reconoce y se les trabaja.
- A través de la meditación, si es posible, con el color verde, representado por una “Malaquita. Se puede cantar un mantra, mientras se respira y aquieta la mente.
- Trabajar la respiración, donde el Pulmón suaviza las emociones del Hígado.
Ahora, es tu momento de revisar la parte emocional que acompaña a tu hígado. Ojalá te sirva toda ésta información y la puedas aplicar.
Recuerda que eres un ser holístico, por ello, no te olvides de trabajarte de forma integral: mente – cuerpo y espíritu.
Y si quieres saber más, si crees que ha llegado el momento de dar un giro a tu vida.
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Nos vemos pronto y deseo de corazón que “Todo esté bien en tu Mundo”!
Feliz Jornada…
Fabiola
