Ahora que escribo este post, pienso en una analogía muy sencilla, pero real: Una vivienda (un hogar), se construye desde dentro hacia afuera, ¿verdad?
Igual ocurre con una buena receta, un buen vino o un bello traje. ¡Lo último es lo exterior, lo que está a la vista de todos!
¿Entonces, porque se vive la vida todo lo contrario?
¿Porque lo más importante es la apariencia, así lo de adentro se esté derrumbando?
¿tal vez, nuestro valioso “hogar interno” está soportado bajo frágiles columnas, que en cualquier momento se pueden venir abajo?
¿Crees ha llegado el momento de reconstruir o “reformar” tu vida, pero de forma segura y para siempre?
Si tus cimientos son frágiles, debes reforzarlos, pulirlos y darles los mejores acabados, haciéndolos fuertes, pero flexibles. Que te sostengan y puedan soportar las fuertes tormentas de la vida.
Por ello, si quieres conectarte con tu propia energía y con el mundo que te rodea te propongo un cambio real y duradero. ¡Empieza ahora!
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¡ No vemos pronto y deseo de corazón que “Todo esté bien en tu Mundo!
Gracias por leerme,
Un abrazo, Fabiola
