¿Eres de las personas, que salta de la dieta fría del verano a la dieta caliente del otoño, y del bañador a la bufanda?
Si la respuesta es “siiiiii”, déjame contarte que no tiene porqué ser así. Además, porque no va con tu naturaleza.
Aprovecho, para dejarte por acá el vídeo, así puede oírme, mientras haces alguna otra actividad, dale al play:
¡Y lo mejor!
Que puedes hacerlo de forma pausada y progresiva. Y donde la mas beneficiadas vas a ser tú, en los tres aspectos de los que siempre te hablo: físico, mental y espiritual.
Te cuento: El verano tardío o el estío, es la estación bisagra entre el verano y otoño. Es una estación muy corta, pero con grandísimos aportes y ayudas para tu vida. Inicialmente abarcaba un periodo entre 18 y 21 días, repartida entre los últimos 10 días del verano y los primeros 11 días del otoño.
Pero como últimamente, el tiempo ha variado notablemente. Es como si la estación quisiera extenderse un poco más. Por ello, es normal notar días muy variables, durante casi 30 días.
En oriente, es considerada la quinta estación del año, también llamada “dojo”. Es como una especie de cuña o mini puente –la llamo yo -, entre la estación del verano y el otoño.
La ayuda es porque te permite despedirte, de forma suave y tranquila de la estación del verano. Y a su vez, te lleva de forma gradual, a la estación del otoño.
¿Cómo ocurre esta transición?
Esta transición no es sólo a nivel temperatura u horas de luz solar, etc. Noooo, es más que eso. Te influye a nivel físico y energético, te cuento como ocurre esto:
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A nivel físico:
Tu cuerpo entra en un proceso de búsqueda de calma y quietud. Y esta situación se da por diversos factores como:
- Vas captando menos luz solar – energía calórica yang -, con lo cual no sientes la necesidad de estar fuera, haciendo tanta vida social nocturna o actividad física extrema.
- La temperatura de tu cuerpo va cambiando de forma gradual, ya no necesita estar tan hidratado para eliminar el calor por las altas temperaturas del verano. Y tampoco estás perdiendo líquidos corporales de forma continua.
- Las horas de sueño regresan a su normalidad. La vida cotidiana se va haciendo presente y con ella, tú entras en estados de calma mas prolongados.
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A nivel energético
Tu energía cambia, vas dejando atrás estados energéticos altamente vibrantes y externos. Y lo notas debido a situaciones como:
- Al no estar tú, expuest@ a ambientes fogosos, ruidosos o de tanto movimiento – te hablo del verano, con una energía muy caliente y con el elemento fuego en todo su esplendor– tu energía entra en calma. Ya no te reconoces en el otro, sino que empieza estar más tú, contigo mismo.
- Estás menos expuesto a los estímulos externos (reuniones sociales, sol, playa, alcohol, viajes largos con cambios horarios, comida excitante, ect), con lo cual, la energía se aquieta.
- Vuelves a tu rutina, a retomar el trabajo, los estudios o la vida familiar, tus horas de sueño y descanso, etc. Lo que te ayuda de una y otra manera, a tocar polo a tierra.
¿Cómo puedes hacer una mejor transición?
Hablamos de dejar atrás el verano y adentrarse en el otoño. Y hacerlo de una forma gradual, tranquila y respetuosa con tu cuerpo holístico (cuerpo, mente y espíritu). Veamos como lo puedes hacer:
1- A través de la alimentación
Comiendo al ritmo de las estaciones, porque si te fijas – como no me canso de decírtelo -, la tierra te da lo que necesitas en cada momento.
¿Qué quiero decir con estas palabras?
Que, en pleno verano, no te da calabazas o berenjenas, sino que produce sandías, melones, ciruelas, hojas verdes, etc. Para ayudarte a mantener tu cuerpo a salvo de las altas temperaturas.
Entonces, es conveniente mirar que alimentos son propios de esta estación, acá abajo te dejo una pequeña lista de los alimentos que debes empezar a incorporar ya mismo.
Y que tengas en cuentas que la dieta durante el verano tardío es a levemente tibia o a temperatura ambiente.
Siiii, te estoy hablando de ensaladas tibias y con cereales integrales, cremas de verduras, verduras al vapor, dulce natural, verduras y frutas de estación.
Es así, como puedes ir dejando atrás la energía fría o yin, que fue tan necesaria para equilibrar la energía calurosa o yang del verano.
Esa energía refrescante ya cumplió su ciclo en ti, en tu cuerpo triple, y ya no la necesitas.
Y acá, te quiero recalcar que, si sigues con la misma dieta fría del verano, lo que conseguirás es que el frío se quede dentro de tu cuerpo. Y a medida que se acerca el otoño, tu cuerpo energético se cierre con ese exceso de frío dentro.
¿Qué supondrá esa situación?
Que a medida que avance el otoño, estés mas expuesto a resfriarte, a tener alguna gripe fuerte o que tu sistema digestivo esté desequilibrado ( con flatulencias, gases, descomposiciones, etc.)
2- A través del manejo de las emociones
Según la Medicina Tradicional China, durante la estación del verano tardío o estío, los órganos que entran en máxima capacidad son el Bazo-Páncreas y Estomago.
Y ellos, vienen acompañados de sus respectivas emociones, tanto en la parte positiva, con la reflexión y en su parte negativa con el pensamiento obsesivo.
El verano tardío se caracteriza, por ser una etapa que invita a entrar nuevamente en calma y a encontrar la estabilidad. Es como un punto de parón, de reflexión y de recomenzar.
¿Por qué parón, reflexión y recomenzar?
Porque desde el punto de vista astrológico, la estación del “verano tardío” coincide con la verdadera mitad del año. Todo ello, si tenemos en cuentas que el primer signo del zodiaco es Aries (21 marzo – 20 abril). Y la duración del verano tardío está contemplada entre el 10 de Septiembre y el 10 de octubre aproximadamente. Con lo cual, entre los meses de septiembre y marzo, hay 6 meses.
Bien, ahora está un poco más claro, el por qué la reflexión se asocia al Bazo-Páncreas. Y porque, cuando está desequilibrado, aparece el pensamiento obsesivo o rumiante.
Se comprende mejor, porque, que la transición entre el verano y el otoño – invierno, pase por ir dejando atrás un tiempo calórico y festivo y se entre en un tiempo frío y de recogimiento, de forma paulatina.
Para ello, el elemento tierra, el cual rige esta estación, permite hacer un proceso de adaptación de forma progresiva:
- Se aquietan o tranquilizan las emociones a través de la practica de disciplinas como el yoga tradicional o el tai-chi: Son practicas que se hacen al aire libre o en ambientes cerrados. Con poco ruido o en silencio y donde lo que se busca, es el manejo de la energía, el reconectar consigo mismo sin prisas y sin agobios.
- Es un tiempo propicio para aprender o retomar artes manuales: Como tejer, bordar, pintar, colorear mandalas, hacer sodoku, hacer rompecabezas, sopas de letras. Donde la atención se centra en la tarea en “si” y la mente se relaja, se tranquiliza y desestresa. Y la energía tomo polo a tierra.
- Entrar en contacto con la tierra y la naturaleza: Paseos a ritmo suave, descalzarse y tocar la tierra con los pies, caminar sobre la arena, practicar la jardinería (sin guantes) o la alfarería
Como ves, con pequeños tips, puedes hacer una magnífica transición entre el verano y el otoño.
Recuerda que eres un ser holístico, por ello, no te olvides de trabajarte de forma integral: mente – cuerpo y espíritu.
Ahora te toca a ti,
Cuéntame si conocías la quinta estación, o si haces una transición entre el verano y el otoño, de forma pausada. Y si por el contrario, siempre llegas al otoño con tu energía muy descompensada.
Y si quieres saber más, si crees que ha llegado el momento de dar un giro a tu vida.
Te dejo un recetario muy sencillo con MIS 3 SOPAS ENERGÉTICAS preferidas., para ayudarte a equilibrar tu energía. Haz clic en el enlace de abajo, ahí encontrarás el link para descargártelo, ve al final de la página, ahí lo tienes.
Nos vemos pronto y deseo de corazón que “Todo esté bien en tu Mundo”!
Feliz Jornada,