¿Qué es el YIN y el YANG?
Antes que nada, te diré que el “yin-yang” se simboliza como un circulo. El cuál está dividido en dos mitades, por una línea en forma de “s”. Y donde el circulo evoca la unidad del universo, conformada por los aspectos yin y yang de forma inseparables. A partir de ahí, las dos mitades, una negra con un punto blanco y la otra blanca con un punto negro. Muestran como la una depende de la otra. Y como la una, coexiste con la colaboración de la otra.
Los dos aspectos son contrarios y sin embargo, se complementan y forman el todo en equilibrio. Igualmente nos ayudan a entender el funcionamiento del macrocosmos. Porque sin que apenas lo notemos, ese juego de los contrarios, es lo que mantiene el equilibrio a nuestro alrededor. De hecho, el ser humano es un universo en miniatura, es un microcosmos contenido dentro de un macrocosmos.
El concepto del Yin y el Yang, como “polaridad universal – polaridad quiere decir que tienes propiedades opuestas” no es del todo exclusivo de la Medicina Oriental, sino que otras religiones también lo han expresado, veamos algunos ejemplos:
- El círculo del yin y el yang para los orientales
- La cruz en la religión cristiana, con la energía horizontal y vertical
- El concepto de la Madre Tierra (yin) y el padre sol (yang), para algunas civilizaciones (incas, mayas)
- La Estrella de David con los dos triángulos invertidos, para el Judaísmo
- La esvástica para el budismo tibetano
Veamos algunas cualidades Yin y Yang
Estas cualidades dentro del cuadro y muchas otras más, están presentes en la vida del hombre, así como en la naturaleza, los animales y todo el universo.
Es lo que permite la coexistencia de todos los seres vivos de forma armónica con su entorno. Y donde se puede ver el principio o la polaridad de forma sencilla.
¿Y cómo se manifiestan esas energías en nosotros mismos?
Todo dependerá del estado de salud del individuo, de sus hábitos alimenticios, de la gestión de sus emociones y de su estado espiritual.
De hecho, existe dentro del ser humano, la lucha de los contrarios, donde su único objetivo es encontrar el “punto medio”, lo que se traduce en un estado armonioso integral para el individuo. Porque nunca va a existir una condición 100% yin o yang, del organismo del ser humano, no sería soportable dicha condición.
Veamos algunas calidades en los seres humanos
Quizás te reconozcas en algunas de estas características, no todas tienen porque cumplirse al milímetro. Pero muy seguramente, una de las dos energías tendrá tendencia a prevalecer en tu organismo. Bien por tu herencia genética o Jing Esencial prenatal (heredada de tus padres) o por otros factores como la dieta que sigues, los hábitos y ritmo de vida, si presentas alguna patología, si sigues tratamientos con fármacos por largas temporadas o con medicamentos agresivos, la situación emocional que estés viviendo, adicciones (alcohol, drogas), desordenes alimenticios, etc.
Las fases de transformación del Yin y el Yang
Es importante tener en cuenta, que nada es absolutamente Yin o totalmente Yang. Cualquier fenómeno manifestado, es una combinación en diferentes proporciones de éstas dos energías. Y que además varían de forma constante. Por ello, el equilibrio absoluto no existe, sino que, en situaciones estables, lo que se da, es un “equilibrio dinámico”.
Es así que estas dos fuerzas, se van transformando durante el transcurso del año, la una en la otra. Y lo hacen de forma pausada y adaptativa. Y todo ello, gracias a que siempre están fusionadas. Veamos una corta descripción:
- La energía nace con la primavera, con la explosión de la vida y los primeros brotes. Y su energía es de ascenso o subiendo. La energía YANG se va haciendo presente con esplendor y fulgor, pero de forma suave y creciente.
- Luego la energía cambia, se empieza a expandir en todas las direcciones y da paso al verano. Con lo cual, tenemos un YANG muy fuerte, que necesita de toques de energía YIN, para no destruir la vida.
- Después aparece la primera fase del otoño (verano tardío), que se va contrayendo hacia el centro. El YANG se despide poco a poco y da paso al YIN de forma tenue, suave y arropadora. Se podría decir que es la estación llamada veranillo indio o veranillo de San Miguel (cuyo santo es el 29 de Septiembre). Donde parece que verano se despide, pero regresa algunos días “sí, otros no”…Y de repente un día ya no vuelve…
- A continuación, la energía continua su recorrido más hacia el centro, más contractiva, dando paso al otoño extremo. Acá el YIN cobra gran protagonismo, la energía se cierra, se contrae y se prepara para el recogimiento extremo.
- Y finalizando el ciclo, aparece el invierno, con una energía que va hacia adentro, al interior de la tierra, al interior del animal y del ser humano. La vida debe continuar, la energía YIN en toda su expresión, necesita igualmente de toques YANG y para no dejar de existir y sobre todo, para guardar el equilibrio.
Son estos cinco procesos de transformación de la energía, los que dan vida o base a la “Teoría de los Cinco Elementos” o la Pentacordinación de la Medicina Tradicional China.
Y de la misma manera, se reflejan en la vida en la tierra. Haciéndose extensible a casi todos los seres vivos en el planeta tierra. Veamos una imagen:
Transformación del Yin y el Yang – EN LA VIDA DEL SER HUMANO
- La primavera: Relacionada con el nacimiento y la adolescencia, donde la energía es un yang en constante crecimiento.
- El verano: Estación de la vida, dentro de la cual, los seres vivos alcanzan su plenitud. Donde la energía yang está en su máxima capacidad y equilibrio. Donde se puede crear otras vidas y florecer a nivel personal y otros factores más en la vida de los seres vivos.
- El verano tardío: Es una estación quizás mas corta, de paso diría yo…donde el ser humano se replantea su vida (un divorcio, hijos tardíos, un proyecto, dar un giro a su vida).
- El otoño: Da paso a un yang que desciende de forma progresiva. La vida va quitando – por decirlo de alguna manera – posibilidades, fuerza, facultades, quizás a nivel físico. Pero donde se pueden cultivar más a nivel mental y espiritual. Etapa de la vida, de más recogimiento y auto conocimiento.
- El Invierno: La última etapa, cuando cobra más vida el yin. Crece y crece, invita a los seres vivos a volver a la “tierra”. A su morada, a la madre tierra yin…Donde empezó todo.
Y de la misma manera, este ciclo sin fin, tiene lugar dentro de nuestro organismo de forma permanente. Y se hace extensible a nuestros cinco órganos y sus vísceras. Y a muchos más procesos que ocurren tanto a nivel individual en cada persona, como dentro de las más sencillas criaturas vivientes a nivel planetario.
Igual ocurre para el , KI de las 9 Estrellas, donde se puede ver como esas nueve estrellas, tiene una energía predominante YIN o YANG, otorgando ciertos rasgos diferenciales a cada ser humano, nacido bajo cada estrella determinada. Como bien te lo he explicado en el post y vídeo correspondientes. Que a propósito, si aún no lo has visto, te dejo el enlace acá mismo: «El Ki de las 9 Estrellas, sus casas y su energía para el 2021». Y de la misma manera, es uno de los pilares, sobre los cuáles se apoya de la Macrobiótica. Y donde te hablo más en profundidad en el post correspondiente. Haz clic en el siguiente enlace, si quieres leerlo y oír el vídeo: ¿Qué es la Macrobiótica?
Ahora te toca a ti….
¿Conocías la influencia de éstas dos dos energías, dentro de tu organismo? ¿Sientes que predomina alguna de las dos, dentro de tu organismo?
Nos vemos pronto y deseo de corazón que “Todo esté bien en tu Mundo”!