Al escribir este post, pensaba en cuanto nos perjudica, el no tener una alimentación sana, adecuada a nuestra edad y en horarios normales. Lo típico hoy día, es ver a mucha gente, comiendo cualquier cosa, justo a la hora en que se debe realizar una buena comida.
Y luego durante todo el resto del día, van “picoteando”, en las máquinas dispensadoras de alimentos poco sanos, o guardan más de lo mismo dentro de sus cajones para poderse proveer, y así cuando la “emoción” propia de su personalidad o de la situación que esté viviendo, aflora, pueda ser controlada o suplida.
Si quieres oírme, sin irte de mi Blog, acá abajo tienes el audio.
El doctor @JorgeperezCalvo, referente mundial a nivel de alimentación energética, cita en uno de sus libros este proverbio zen:
“Entre más complicada sea nuestra vida o la situación que estemos viviendo – más limpia y sencilla debe ser la forma de alimentarnos”.
Y es que la mente, necesita ser nutrida con buenos alimentos, porque no es menos importante que el cuerpo.
En realidad, cuando incorporamos todos estos alimentos, casi “insanos”, lo que realmente estamos haciendo, es reflejar nuestro estado anímico, que encierra situaciones a nivel personal, laboral y económico.
Buscamos tapar muchas veces, todo aquellos que no somos capaces de enfrentar o corregir en nuestras vidas.
Veamos entonces, como nuestras emociones, se ven reflejadas en lo que comemos:
- Las personas que tienen preferencias por los sabores “picantes”, buscan estímulos, porque viven la vida de una manera más fogosa e intensa.
- Para desinhibirse, desbloquear y eliminar tensión, muchas personas ingieren alcohol. El cual está considerado como un “picante tibio”. Son personas que les cuesta en ocasiones conectar con su entorno.
- Para calmar la depresión, el abatimiento y bajar picos de ansiedad, el alimento escogido es el dulce. Éste sabor es elegido porque otorga tranquilidad y autosatisfacción.
- Cuando se sienten bajones o falta de energía y poca fuerza digestiva, se va directamente por los alimentos salados. Lo que se busca de forma inconsciente, es activarse, recuperar movimiento y energía
- Y si la persona, siente que necesita lucidez y concentración, irá directamente por los sabores ácidos.
Muy interesante comprobar nuevamente que somos “un todo”, que mente y cuerpo no pueden funcionar el uno sin el otro. Que coexisten, se apoyan y se complementan.
¿Y tu, a que sabor recurres? ¿Cuál es el sabor que más crees que te representa? ¿Sientes sosiego o calma, cuando lo ingieres?
Y POR ELLO, SI LO QUE QUIERES, ES LOGRAR UNA VIDA SANA Y EN SINTONIA CON TU SER INTERIOR…Y ADEMAS:
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¡No vemos pronto y deseo de corazón que “Todo esté bien en tu Mundo”!
Gracias por leerme,
Un abrazo, Fabiola
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